
¿Quienes somos Vida Ascendente?
Somos personas mayores, y somos conscientes de nuestra edad, pero también nos vemos a nosotros mismos con mucha vitalidad, con mucho espíritu y con ganas de seguir participando de esta vida que Dios nos regala. Por eso no nos imaginamos arrinconados, tristes y sin nada que hacer.
Por eso vemos la necesidad de reunirnos con otras personas mayores para transmitirnos nuestras vivencias, para comentar nuestros proyectos y sobre todo para sentirnos protagonistas de lo que estamos viviendo. Todo lo que nos rodea nos interesa, en todo queremos participar con nuestras ideas y con nuestras acciones. No somos nada indiferentes a lo que pasa al lado nuestro.
Somos mayores activos, y si bien tenemos algunos achaques que nos limitan, siempre es mucho más lo que podemos hacer. Y cuando nos reunimos multiplicamos nuestras posibilidades, nos damos cuenta que aún somos necesarios, en nuestra propia familia y en nuestra parroquia, en el barrio y en el centro de jubilados. No estamos para nada jubilados de la vida.
Este grupo de mayores puede llamarse Vida Ascendente, porque imagina la vida como algo que siempre crece, no está detenida, y aún en esta edad sigue dando frutos y compartiendo con los demás. Alguien puede comparar nuestra vida a un camino de montaña que estamos escalando, cada vez más alto, con más claridad y mirando cada vez más lejos.
¿Quienes somos? Los que nos conocemos y nos estamos reuniendo, iguales a cualquiera de nuestra edad, nos iguala saber que todos hemos vivido muchos años, todos aprendimos muchas cosas. Somos una reunión de amigos que nos hace sentir a gusto cuando nos encontramos, no es muy importante la estructura, los objetivos y los programas, no necesitamos autoridades ni cargos, todos sabemos entendernos y ayudarnos. Ya superamos las etapas donde eran muy importantes las apariencias.
Pero es un movimiento de católicos ¿no es cierto? Justamente, formamos parte de la Iglesia y es por eso que valoramos tanto nuestra vida y nuestra amistad, las ayudas que podemos brindarnos y el don de estar juntos y en paz, La Iglesia hace mucho que nos invita a vivir en serio el mandamiento del amor, hace mucho que dejó de hacer teatro y de darle importancia a la escenografía. Hoy la Iglesia nos invita a dar testimonio de nuestra fe con los que están a nuestro lado. No tenemos alas ni aureola, pero podemos sonreír a todos, saludar al vecino y comprender al que se equivoca.
Por eso vemos la necesidad de reunirnos con otras personas mayores para transmitirnos nuestras vivencias, para comentar nuestros proyectos y sobre todo para sentirnos protagonistas de lo que estamos viviendo. Todo lo que nos rodea nos interesa, en todo queremos participar con nuestras ideas y con nuestras acciones. No somos nada indiferentes a lo que pasa al lado nuestro.
Somos mayores activos, y si bien tenemos algunos achaques que nos limitan, siempre es mucho más lo que podemos hacer. Y cuando nos reunimos multiplicamos nuestras posibilidades, nos damos cuenta que aún somos necesarios, en nuestra propia familia y en nuestra parroquia, en el barrio y en el centro de jubilados. No estamos para nada jubilados de la vida.
Este grupo de mayores puede llamarse Vida Ascendente, porque imagina la vida como algo que siempre crece, no está detenida, y aún en esta edad sigue dando frutos y compartiendo con los demás. Alguien puede comparar nuestra vida a un camino de montaña que estamos escalando, cada vez más alto, con más claridad y mirando cada vez más lejos.
¿Quienes somos? Los que nos conocemos y nos estamos reuniendo, iguales a cualquiera de nuestra edad, nos iguala saber que todos hemos vivido muchos años, todos aprendimos muchas cosas. Somos una reunión de amigos que nos hace sentir a gusto cuando nos encontramos, no es muy importante la estructura, los objetivos y los programas, no necesitamos autoridades ni cargos, todos sabemos entendernos y ayudarnos. Ya superamos las etapas donde eran muy importantes las apariencias.
Pero es un movimiento de católicos ¿no es cierto? Justamente, formamos parte de la Iglesia y es por eso que valoramos tanto nuestra vida y nuestra amistad, las ayudas que podemos brindarnos y el don de estar juntos y en paz, La Iglesia hace mucho que nos invita a vivir en serio el mandamiento del amor, hace mucho que dejó de hacer teatro y de darle importancia a la escenografía. Hoy la Iglesia nos invita a dar testimonio de nuestra fe con los que están a nuestro lado. No tenemos alas ni aureola, pero podemos sonreír a todos, saludar al vecino y comprender al que se equivoca.
CÓMO FORMAR GRUPOS PARROQUIALES
En Vida Ascendente proponemos formar grupos parroquiales de personas mayores para encontrarnos, intercambiar nuestras reflexiones y también para ayudarnos en nuestro obrar solidario porque tenemos muchas cosas que aún podemos hacer muy bien.
Los cristianos siempre encontramos el momento para orar y eso no falta en nuestras reuniones. Pero hay mucho más, porque cada uno tiene su necesidad de compartir, de contar a los demás sus cosas, de escuchar a sus amigos. Las reuniones de los grupos parroquiales son muy amenas porque las llenamos de nuestra vida.
Para que el tiempo nos alcance para todo tenemos un encargado, un animador, que prepara lo que vamos a necesitar, y va organizando el encuentro, porque es necesario que todos hablemos y nos escuchemos, es necesario traer alguna oración bien oportuna, necesitamos conocer las novedades y las próximas actividades.
Todos somos responsables y podemos animar una reunión, todos nos conocemos y este es un servicio a todos, no es un cargo vitalicio. Algunas veces traemos al encuentro algunos textos breves que pueden servirnos de guía para la reflexión, otras veces preferimos los tiempos y las fiestas de la Iglesia. El animador aporta temas interesantes y de actualidad para que todos queramos participar.
Pero no todas nuestras reuniones parroquiales son de intercambio y reflexión, algunas veces nos reunimos para participar de algún festejo, ¡siempre hay algo para festejar! Todos sabemos cuánto necesitamos encontrarnos, a nuestra edad sentimos muchas ausencias, pero la amistad sigue creciendo y podemos sumar más amigos, por algo Jesús nos dijo que somos sus amigos y que cada vez que estamos reunidos Él está con nosotros.
¿Cómo formar grupos parroquiales? Así, nos encontramos y compartimos, le pedimos a alguno que prepare la reunión y nos ayude a animarla, ponemos un día y un horario conveniente y ya está todo. Los mayores no necesitamos muchas estructuras y con nuestra experiencia de vida sabemos gozar de la convivencia entre amigos, que es un regalo de Dios. ¡Ánimo! Iniciá tu grupo.
Los cristianos siempre encontramos el momento para orar y eso no falta en nuestras reuniones. Pero hay mucho más, porque cada uno tiene su necesidad de compartir, de contar a los demás sus cosas, de escuchar a sus amigos. Las reuniones de los grupos parroquiales son muy amenas porque las llenamos de nuestra vida.
Para que el tiempo nos alcance para todo tenemos un encargado, un animador, que prepara lo que vamos a necesitar, y va organizando el encuentro, porque es necesario que todos hablemos y nos escuchemos, es necesario traer alguna oración bien oportuna, necesitamos conocer las novedades y las próximas actividades.
Todos somos responsables y podemos animar una reunión, todos nos conocemos y este es un servicio a todos, no es un cargo vitalicio. Algunas veces traemos al encuentro algunos textos breves que pueden servirnos de guía para la reflexión, otras veces preferimos los tiempos y las fiestas de la Iglesia. El animador aporta temas interesantes y de actualidad para que todos queramos participar.
Pero no todas nuestras reuniones parroquiales son de intercambio y reflexión, algunas veces nos reunimos para participar de algún festejo, ¡siempre hay algo para festejar! Todos sabemos cuánto necesitamos encontrarnos, a nuestra edad sentimos muchas ausencias, pero la amistad sigue creciendo y podemos sumar más amigos, por algo Jesús nos dijo que somos sus amigos y que cada vez que estamos reunidos Él está con nosotros.
¿Cómo formar grupos parroquiales? Así, nos encontramos y compartimos, le pedimos a alguno que prepare la reunión y nos ayude a animarla, ponemos un día y un horario conveniente y ya está todo. Los mayores no necesitamos muchas estructuras y con nuestra experiencia de vida sabemos gozar de la convivencia entre amigos, que es un regalo de Dios. ¡Ánimo! Iniciá tu grupo.
Asunción, Paraguay 1985
El CELAM (Conferencia Episcopal de América Latina) promovió Talleres de Pastoral de Adultos Mayores en tres regiones. El Cono Sur se reunió en Asunción, Paraguay. Presentes por Argentina: Mons. Emilio Ogñenovich, obispo de MErcedes y Encargado de Familia; Rosita Saenz, de ACA de La Plata; María Tucci, de Pastoral Adultos Mayores de Lomas de Zamora; y Padre Montferrand.
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Del PAPA FRANCISCO
"Gracias a los progresos de la medicina la vida se ha prolongado ¡pero la sociedad no se ha "prolongado" a la vida! El número de los ancianos se ha multiplicado, pero nuestras sociedades no se han organizado suficientemente para hacerles lugar a ellos, con justo respeto y concreta consideración por su fragilidad y dignidad. Mientras somos jóvenes, tenemos la tendencia a ignorar la vejez, como si fuera una enfermedad, una enfermedad que hay que tener lejos; luego, cuando nos volvemos mayores, especialmente si somos pobres, si estamos enfermos o estamos solos, experimentamos las lagunas de una sociedad programada sobre la eficacia, que en consecuencia, ignora a los mayores y ancianos. Y a los mayores y ancianos con su riqueza no se los puede ignorar.
"La calidad de una sociedad,de una civilización, se juzga por la manera como trata a sus mayores y por el lugar que les reserva en la vida en común. La atención a los mayores hace diferente a una civilización, ¿hay atención? ¿hay un lugar para ellos? Entonces esa civilización seguirá adelante porque sabe respetar la sabiduría de sus mayores. En cambio una civilización donde no hay legar para ellos, en la que son descartados porque crean problemas... es una sociedad que lleva adentro el virus de la muerte.
Los estudiosos presenta nuestro siglo como el del envejecimiento, el número de hijos disminuye, el de los ancianos aumenta. Una cierta cultura del provecho insiste en hacer ver a los viejos como un peso, un lastre. No solo no producen sino que generan gastos de atención. El resultado de pensar así es descartarlos. ¡Es feo ver a alguien descartado, es pecado! No nos atrevemos a decirlo abiertamente, pero se hace. En el fondo se trata de nuestro miedo a la debilidad y a la vulnerabilidad, que aumenta en los ancianos la angustia de verse mal soportados o abandonados.
Es la egoísta incapacidad de aceptar sus limitaciones que un día serán las nuestras, creando escollos que deben superar para sobrevivir en una sociedad que no los deja participar, opinar, ni ser referentes. Los mayores y ancianos deberían ser la reserva de sabiduría de nuestro pueblo. La Iglesia no puede y no quiere adecuarse a esa mentalidad de intolerancia, y menos aún de indiferencia y de desprecio a los mayores. Debemos despertar el sentido colectivo de gratitud, de aprecio, de recibimiento, que haga sentir a los mayores y ancianos como parte viva de la comunidad."
Roma 4, marzo de 2015.
"La calidad de una sociedad,de una civilización, se juzga por la manera como trata a sus mayores y por el lugar que les reserva en la vida en común. La atención a los mayores hace diferente a una civilización, ¿hay atención? ¿hay un lugar para ellos? Entonces esa civilización seguirá adelante porque sabe respetar la sabiduría de sus mayores. En cambio una civilización donde no hay legar para ellos, en la que son descartados porque crean problemas... es una sociedad que lleva adentro el virus de la muerte.
Los estudiosos presenta nuestro siglo como el del envejecimiento, el número de hijos disminuye, el de los ancianos aumenta. Una cierta cultura del provecho insiste en hacer ver a los viejos como un peso, un lastre. No solo no producen sino que generan gastos de atención. El resultado de pensar así es descartarlos. ¡Es feo ver a alguien descartado, es pecado! No nos atrevemos a decirlo abiertamente, pero se hace. En el fondo se trata de nuestro miedo a la debilidad y a la vulnerabilidad, que aumenta en los ancianos la angustia de verse mal soportados o abandonados.
Es la egoísta incapacidad de aceptar sus limitaciones que un día serán las nuestras, creando escollos que deben superar para sobrevivir en una sociedad que no los deja participar, opinar, ni ser referentes. Los mayores y ancianos deberían ser la reserva de sabiduría de nuestro pueblo. La Iglesia no puede y no quiere adecuarse a esa mentalidad de intolerancia, y menos aún de indiferencia y de desprecio a los mayores. Debemos despertar el sentido colectivo de gratitud, de aprecio, de recibimiento, que haga sentir a los mayores y ancianos como parte viva de la comunidad."
Roma 4, marzo de 2015.
VIDA ASCENDENTE
Vida Ascendente
Promueve adultos mayores,
favorece la autoestima de los mayores,
privilegia la amistad, anima al voluntariado
y encamina su obrar al bien común.
Todos los cristianos hacemos realidad la caridad de muchas formas, entre ellas siempre atendimos a las personas que por su edad o por sus dolencias necesitan nuestra ayuda. La Iglesia siempre atendió asilos y hogares de ancianos como una de sus obras más grandes de misericordia.
Pero los cristianos cuando vamos llegando a la edad de la jubilación, cuando quizás ya somos abuelos, comprendemos que entramos en una etapa diferente de la vida, somos mayores. Y nos sentimos activos, vitales, hemos acumulado conocimientos, pero aún estamos caminando la vida y podemos dar mucho más, en nuestra casa, en la Iglesia y en la sociedad.
No se trata de ir a visitar geriátricos ni de ayudar a otros en cuidados paleativos, necesitamos ocuparnos de nuestra edad madura. La Iglesia nos ofrece ahora una espiritualidad que es propia de los veteranos de la vida, nos ofrece entre otras cosas, este Movimiento de Espiritualidad. Amistad y Apostolado.
Es de los propios mayores, nadie nos viene a ayudar asistencialmente. Aquí encontramos nuestro lugar como laicos católicos para vivir nuestra realidad viendo crecer nuestra fe (que nunca se jubila) y tratando de dar un buen testimonio entre los de nuestra edad.
Promueve adultos mayores,
favorece la autoestima de los mayores,
privilegia la amistad, anima al voluntariado
y encamina su obrar al bien común.
Todos los cristianos hacemos realidad la caridad de muchas formas, entre ellas siempre atendimos a las personas que por su edad o por sus dolencias necesitan nuestra ayuda. La Iglesia siempre atendió asilos y hogares de ancianos como una de sus obras más grandes de misericordia.
Pero los cristianos cuando vamos llegando a la edad de la jubilación, cuando quizás ya somos abuelos, comprendemos que entramos en una etapa diferente de la vida, somos mayores. Y nos sentimos activos, vitales, hemos acumulado conocimientos, pero aún estamos caminando la vida y podemos dar mucho más, en nuestra casa, en la Iglesia y en la sociedad.
No se trata de ir a visitar geriátricos ni de ayudar a otros en cuidados paleativos, necesitamos ocuparnos de nuestra edad madura. La Iglesia nos ofrece ahora una espiritualidad que es propia de los veteranos de la vida, nos ofrece entre otras cosas, este Movimiento de Espiritualidad. Amistad y Apostolado.
Es de los propios mayores, nadie nos viene a ayudar asistencialmente. Aquí encontramos nuestro lugar como laicos católicos para vivir nuestra realidad viendo crecer nuestra fe (que nunca se jubila) y tratando de dar un buen testimonio entre los de nuestra edad.
APROBACIÓN del Consejo Pontificio para los Laicos
Pontificium Consilium pro Laicis
Decreto
Habiendo recibido la solicitud de reconocimiento por parte de la Asociación Vida Ascendente Internacional;
Considerando que esta Asociación fundada en Roma en 1985, ha profundizado en su misión específica en la Iglesia y se desarrolla en varios países y continentes para facilitar que las personas mayores y jubiladas puedan llevar a cabo plenamente la misión que les corresponde en la comunidad civil y eclesial y ser sujetos activos de su propia evangelización;
Reconociendo que su acción coincide con las finalidades pastorales de la Iglesia en relación con las personas mayores y que suscita en sus miembros, cualesquiera que sean sus capacidades físicas, el sentido de compromiso espiritual, apostólico y socio-cultural, así como el fraterno compartir; que de esa manera, asume su parte en los graves problemas que deben afrontar todas nuestras sociedades ante el considerable aumento del número de personas mayores y jubiladas y a la necesidad de dar un sentido a la vida, dentro de su inviolabilidad, hasta su fin natural.
Deseando que la Asociación, unida a la pastoral de la Iglesia, realice el programa que trazaba Juan Pablo II con ocasión de la memorable peregrinación a Roma de vuestro Movimiento el 4 de octubre de 1982, para que las personas mayores "presenten una visión plenamente humana y cristiana de la vida, pongan de manifiesto la sabiduría de su experiencia, sean el puente entre las diversas generaciones, den testimonio de una fiel amistad, del don gratuito de sí mismos, de serenidad, de una alegría discreta y radiante, de fortaleza en la adversidad, de interioridad, de esperanza en el más allá de la vida, de lo que se podría llamar el carisma del atardecer de la vida".
Habiendo examinado cuidadosamente sus Estatutos y habiendo comprobado que no contienen nada que sea contrario a la doctrina o se oponga a la disciplina de la Iglesia católica;
El Consejo Pontificio para los Laicos
Decreta
el reconocimiento de la Asociación Vida Ascendente Internacional como Asociación Internacional privada de fieles, de derecho pontifício, con personalidad jurídica, de conformidad con los cánones 298 a 311 y 321 a 329 del Título V (Libro II, Parte I) del Código de Derecho Canónico, y la aprobación de sus Estatutos presentados en original, depositados y archivados en este Dicasterio.
S.E. Mons. Stanislaw Rylko, secretario Eduardo F. Cardenal Pironio Presidente
Dado en el Vaticano, el 25 de marzo de 1996, Solemnidad de la Anunciación del Señor.
Decreto
Habiendo recibido la solicitud de reconocimiento por parte de la Asociación Vida Ascendente Internacional;
Considerando que esta Asociación fundada en Roma en 1985, ha profundizado en su misión específica en la Iglesia y se desarrolla en varios países y continentes para facilitar que las personas mayores y jubiladas puedan llevar a cabo plenamente la misión que les corresponde en la comunidad civil y eclesial y ser sujetos activos de su propia evangelización;
Reconociendo que su acción coincide con las finalidades pastorales de la Iglesia en relación con las personas mayores y que suscita en sus miembros, cualesquiera que sean sus capacidades físicas, el sentido de compromiso espiritual, apostólico y socio-cultural, así como el fraterno compartir; que de esa manera, asume su parte en los graves problemas que deben afrontar todas nuestras sociedades ante el considerable aumento del número de personas mayores y jubiladas y a la necesidad de dar un sentido a la vida, dentro de su inviolabilidad, hasta su fin natural.
Deseando que la Asociación, unida a la pastoral de la Iglesia, realice el programa que trazaba Juan Pablo II con ocasión de la memorable peregrinación a Roma de vuestro Movimiento el 4 de octubre de 1982, para que las personas mayores "presenten una visión plenamente humana y cristiana de la vida, pongan de manifiesto la sabiduría de su experiencia, sean el puente entre las diversas generaciones, den testimonio de una fiel amistad, del don gratuito de sí mismos, de serenidad, de una alegría discreta y radiante, de fortaleza en la adversidad, de interioridad, de esperanza en el más allá de la vida, de lo que se podría llamar el carisma del atardecer de la vida".
Habiendo examinado cuidadosamente sus Estatutos y habiendo comprobado que no contienen nada que sea contrario a la doctrina o se oponga a la disciplina de la Iglesia católica;
El Consejo Pontificio para los Laicos
Decreta
el reconocimiento de la Asociación Vida Ascendente Internacional como Asociación Internacional privada de fieles, de derecho pontifício, con personalidad jurídica, de conformidad con los cánones 298 a 311 y 321 a 329 del Título V (Libro II, Parte I) del Código de Derecho Canónico, y la aprobación de sus Estatutos presentados en original, depositados y archivados en este Dicasterio.
S.E. Mons. Stanislaw Rylko, secretario Eduardo F. Cardenal Pironio Presidente
Dado en el Vaticano, el 25 de marzo de 1996, Solemnidad de la Anunciación del Señor.
LOGROS Y DIFICULTADES
El primer logro:
Estamos celebrando con alegría la buena noticia que nos ha dado nuestro Episcopado cuando nos comunicó en el Encuentro de Arredono, en marzo, la creación de la Pastoral de los Adultos Mayores y Ancianos. Hace muchos años que trabajamos en muchas partes y en diferentes grupos de Adultos Mayores de nuestras parroquias. Siempre encontramos en diferentes diócesis a otros hermanos que compartían este mismo trabajo en el sector de los abuelos o jubilados.
Pero ahora es diferente, es toda nuestra Iglesia que se pone al hombro esta Pastoral, y lo vemos como el logro más esperado y más importante. Nuestros trabajos seguirán igual, así lo esperamos, pero con el respaldo de todo el Episcopado; así nos sentimos mucho más integrados a la Pastoral Orgánica de toda la Iglesia.
El segundo logro
Consideramos que es el trabajo técnico que aporta la Universidad Católica Argentina desde el "Barómetro de la Deuda Social", en tres trabajos ya entregados, sobre la situación de los adultos mayores y los ancianos en toda nuestra Patria. Aportan los datos reales que nos permiten hablar de una realidad concreta, la realidad que debe abarcar desde ahora la nueva Pastoral del Adulto Mayor que se ha instituido.
Nuestro trabajo en este sector de la Iglesia requiere ir más allá de los grupos de nuestras comunidades parroquiales, Iglesia en salida. Para eso necesitamos una visión verdadera y completa. La espiritualidad del adulto mayor, como la de todo bautizado de cualquier edad, se siente muy afectada por los niveles de olvido en jubilación, acceso a vivienda y salud. Principalmente cuando son adultos mayores que tienen a su cargo la familia.
Y el logro mayor
Es a nivel de toda la Iglesia el impulso que el Papa Francisco viene dando al tema de los abuelos y ancianos en toda su predicación. Sin duda el despertar de toda nuestra Iglesia y ese deseo de tenerlos en cuenta, de escucharlos y de integrarlos, viene de su constante enseñanza. Son muchos los logros.
Hablar de dificultades es siempre desagradable, pero podemos decir una palabra confiando en que pronto podrán ser superadas. En realidad hay solo una dificultad, la de lograr ser aceptados.
En los documentos de la Iglesia. se pide a los movimientos, instituciones y organizaciones de laicos que trabajen de manera integrada a la Pastoral orgánica (lo que significa no cortarse solos, no ignorar la planificación diocesana o parroquial, no hacer Iglesias paralelas). Pero esos mismo documentos piden a los pastores y responsables que sepan reconocer y respetar la legítima aspiración de los laicos para organizarse, sobre todo cuando lo hacen en instituciones y movimientos que han sido aprobados oficialmente por la Iglesia. Sin duda la nueva Pastoral de Adultos Mayores ayudará mucho en esto.
Estamos celebrando con alegría la buena noticia que nos ha dado nuestro Episcopado cuando nos comunicó en el Encuentro de Arredono, en marzo, la creación de la Pastoral de los Adultos Mayores y Ancianos. Hace muchos años que trabajamos en muchas partes y en diferentes grupos de Adultos Mayores de nuestras parroquias. Siempre encontramos en diferentes diócesis a otros hermanos que compartían este mismo trabajo en el sector de los abuelos o jubilados.
Pero ahora es diferente, es toda nuestra Iglesia que se pone al hombro esta Pastoral, y lo vemos como el logro más esperado y más importante. Nuestros trabajos seguirán igual, así lo esperamos, pero con el respaldo de todo el Episcopado; así nos sentimos mucho más integrados a la Pastoral Orgánica de toda la Iglesia.
El segundo logro
Consideramos que es el trabajo técnico que aporta la Universidad Católica Argentina desde el "Barómetro de la Deuda Social", en tres trabajos ya entregados, sobre la situación de los adultos mayores y los ancianos en toda nuestra Patria. Aportan los datos reales que nos permiten hablar de una realidad concreta, la realidad que debe abarcar desde ahora la nueva Pastoral del Adulto Mayor que se ha instituido.
Nuestro trabajo en este sector de la Iglesia requiere ir más allá de los grupos de nuestras comunidades parroquiales, Iglesia en salida. Para eso necesitamos una visión verdadera y completa. La espiritualidad del adulto mayor, como la de todo bautizado de cualquier edad, se siente muy afectada por los niveles de olvido en jubilación, acceso a vivienda y salud. Principalmente cuando son adultos mayores que tienen a su cargo la familia.
Y el logro mayor
Es a nivel de toda la Iglesia el impulso que el Papa Francisco viene dando al tema de los abuelos y ancianos en toda su predicación. Sin duda el despertar de toda nuestra Iglesia y ese deseo de tenerlos en cuenta, de escucharlos y de integrarlos, viene de su constante enseñanza. Son muchos los logros.
Hablar de dificultades es siempre desagradable, pero podemos decir una palabra confiando en que pronto podrán ser superadas. En realidad hay solo una dificultad, la de lograr ser aceptados.
En los documentos de la Iglesia. se pide a los movimientos, instituciones y organizaciones de laicos que trabajen de manera integrada a la Pastoral orgánica (lo que significa no cortarse solos, no ignorar la planificación diocesana o parroquial, no hacer Iglesias paralelas). Pero esos mismo documentos piden a los pastores y responsables que sepan reconocer y respetar la legítima aspiración de los laicos para organizarse, sobre todo cuando lo hacen en instituciones y movimientos que han sido aprobados oficialmente por la Iglesia. Sin duda la nueva Pastoral de Adultos Mayores ayudará mucho en esto.
VIDA ASCENDENTE, FRUTO DEL CELAM
En los años 80 con el espíritu del Concilio Vaticano II era muy fuerte el tema del laico y de su protagonismo en la Iglesia. Surgían movimientos laicales y muchos era aprobados por la Iglesia. En esos años también el CELAM trabajaba en la promoción del laico y en su integración a la pastoral orgánica de la Iglesia.
Así surgió la necesidad de reunir el trabajo de los Adultos Mayores de los países de América Latina, y organizó, en 1985, tres seminarios regionales, en Centro América, en Países Andinos y en el Cono Sur. En este último, que se realizó en Asunción del Paraguay el CELAM acompañó la presentación del movimiento Vida Ascendente , como el único en ese momento que no era para atender a los mayores ancianos (eso lo hace toda la Iglesia siempre), sino de los propios Adultos Mayores, sujetos de su evangelización.
En 1982 en Viena las Naciones Unidas habían alertado al mundo sobre lo que llamaban "el envejecimiento de la población mundial", y la Iglesia tomó conciencia de tener que hacer un lugar en las comunidades y parroquias para que los Adultos Mayores tuvieran un ámbito de encuentro para su amistad, y sobre todo, para la espiritualidad propia de los que transitan esta edad.
La Hna Amalia Von Wulffen, de las Hnas del Instituto de Cultura Religiosa, fue invitada a la reunión de Viena y participó enviada por nuestro Episcopado. A su regreso fue invitada por los dirigentes de Vida Ascendente para conocer cómo trabajaba Vida Ascendente en algunos países de Europa. Fue así como al regresar a nuestro país comenzó a asesorar algunos grupos parroquiales de este movimiento.
Con Monseñor Rodolfo Buffano, entonces Secretario del Episcopado, la Hna. Amalia y otros dirigentes laicos (de Acción Católica, Liga de Madres, Legión de María, y representantes de diócesis cercanas) crearon el Área de Adultos Mayores dentro del Secretariado para la Familia, creado en esos años como fruto del Plan Nacional Matrimonio y Familia.
En el Seminario del CELAM en Asunción, nuestro país participó con una delegación del Área de Adultos mayores que presidió Mons. Emilio Ogñanovich, por entonces encargado de Familia. Decimos que Vida Ascendente es fruto del CELAM porque en esa reunión conocimos el movimiento y comenzamos a trabajar en él, pero también porque fue en ese encuentro donde conocimos a los hermanos de los países del Cono Sur (Uruguay, Paraguay, Chile y Brasil).
Así surgió la necesidad de reunir el trabajo de los Adultos Mayores de los países de América Latina, y organizó, en 1985, tres seminarios regionales, en Centro América, en Países Andinos y en el Cono Sur. En este último, que se realizó en Asunción del Paraguay el CELAM acompañó la presentación del movimiento Vida Ascendente , como el único en ese momento que no era para atender a los mayores ancianos (eso lo hace toda la Iglesia siempre), sino de los propios Adultos Mayores, sujetos de su evangelización.
En 1982 en Viena las Naciones Unidas habían alertado al mundo sobre lo que llamaban "el envejecimiento de la población mundial", y la Iglesia tomó conciencia de tener que hacer un lugar en las comunidades y parroquias para que los Adultos Mayores tuvieran un ámbito de encuentro para su amistad, y sobre todo, para la espiritualidad propia de los que transitan esta edad.
La Hna Amalia Von Wulffen, de las Hnas del Instituto de Cultura Religiosa, fue invitada a la reunión de Viena y participó enviada por nuestro Episcopado. A su regreso fue invitada por los dirigentes de Vida Ascendente para conocer cómo trabajaba Vida Ascendente en algunos países de Europa. Fue así como al regresar a nuestro país comenzó a asesorar algunos grupos parroquiales de este movimiento.
Con Monseñor Rodolfo Buffano, entonces Secretario del Episcopado, la Hna. Amalia y otros dirigentes laicos (de Acción Católica, Liga de Madres, Legión de María, y representantes de diócesis cercanas) crearon el Área de Adultos Mayores dentro del Secretariado para la Familia, creado en esos años como fruto del Plan Nacional Matrimonio y Familia.
En el Seminario del CELAM en Asunción, nuestro país participó con una delegación del Área de Adultos mayores que presidió Mons. Emilio Ogñanovich, por entonces encargado de Familia. Decimos que Vida Ascendente es fruto del CELAM porque en esa reunión conocimos el movimiento y comenzamos a trabajar en él, pero también porque fue en ese encuentro donde conocimos a los hermanos de los países del Cono Sur (Uruguay, Paraguay, Chile y Brasil).
APRENDER A ENVEJECER
Trabajá con tus manos y con tu mente. El trabajo es terapia infalible, cualquier
actitud laboral, intelectual o artística, es la medicina para todos los
males, el trabajo es bendición.
Cultivá el optimismo sobre todas las cosas. Al mal tiempo buena cara, sé positivo en tus
juicios, de buen humor en las palabras, alegre en el rostro, amable en los
ademanes. ¿Te parece mucho? Mirá, se tiene la edad que se ejerce.
No te encerrés en tu casa ni en tu habitación. No juegues a las escondidas o al preso
voluntario. Salí al patio, a la calle,
al campo, de paseo. El agua estancada no
sirve.
Tratá de ser útil a vos mismo y a los demás. No sos un parásito ni una rama desgajada del
árbol de la vida.
Atedé tus cosas hasta donde sea posible y ayudá a los otros,
con una sonrisa, con un consejo, con un servicio.
Amá el ejercicio físico como a vos mismo. Un rato de gimnasia, una caminata razonable,
dentro o fuera de la casa. Nada de
quedarse, un anciano puede ser como la luz, alumbra lo mismo aunque parezca poco.
No salgas con eso de que todo tiempo pasado fue mejor. No condenés tu mundo ni desprecies el momento
presente. Alegrate porque entre las
espinas hay muy buenas rosas. Positiva
siempre, no negativo.
No hablés de tu vejez ni te quejés de tus achaques. Terminarán por creerte más viejo y más
enfermo de lo que sos. A nadie le gusta
estar escuchando historias clínicas.
Dejá de auto-llamarte viejo.
Mantené viva y cordial las relaciones con los demás. En tu casa integrate a todos los de la
familia, así tendrás la oportunidad de convivir con otras edades. Ensanchá tu corazón a otros amigos, no
exclusivamente viejos, escapá del bazar de antigüedades.
Evitá actitudes y gestos de derrumbado, nada de cabeza
gacha, espalda encorvada, pies que se arrastran. Que la gente te admire cuando te vea pasar.
Cuidá tu presencia.
Vestite bien, arréglate como si fueras a una fiesta. ¡Qué mayor fiesta
que vivir la vida!
EL PAPA FRANCISCO Y LOS MAYORES
Dijo el Papa Francisco al considerar el rol de los mayores en la familia y en la Iglesia: "Lo hago identificándome con estas personas porque yo pertenezco a este grupo de edad".
Los temas que el Papa Francisco aborda al tratar sobre los mayores son tres:
Primero INTEGRARLOS. Dice que la Iglesia no puede y no quiere adecuarse a una mentalidad de intolerancia, indiferencia y desprecio a los mayores. Es de la tradición de la Iglesia su cercanía a los mayores y ancianos. Debemos despertar el sentido colectivo de gratitud, aprecio y recibimiento, que los haga sentir parte viva de la comunidad. El lugar del abuelo en la casa.
Segundo EL VALOR y la importancia del rol de los mayores. Dios no nos descarta jamás. La ancianidad tiene una misión, es una vocación. El testimonio de los mayores es la fidelidad. También es un don para la Iglesia la oración de los abuelos y ancianos. Es una inyección de sabiduría en la sociedad. Las palabras de los mayores tienen algo especial para los jóvenes.
Y tercero una PASTORAL para ellos, la Iglesia la debe inventar. Nuestra sociedad no está preparada espiritual y moralmente para reconocer en este momento su valor. La espiritualidad cristiana también ha sido tomada de sorpresa. Se trata de delinear en nuestra Iglesia una nueva espiritualidad, la de las personas mayores. Tengamos en cuenta que sobreviven en una sociedad que no los deja participar, opinar ni ser referentes, aunque sean la reserva de sabiduría de nuestro pueblo.
El Papa Francisco lo dice identificándose con los mayores, que somos los que hemos vivido muchos años, recordamos y agradecemos el camino recorrido, somos conscientes de lo que quedó atrás y aceptamos las nuevas pobreza, las podas. Nos sentimos agradecidos por la vida, sabemos vivir el día a día, necesitamos menos cosas y contamos con más tiempo para todo. Cada día aparece Dios con sus sorpresas, vemos a cada paso su providencia.
El Papa Francisco nos invita a vivir una Iglesia en salida, que significa estar dispuestos a compartir con los demás este tiempo de gracia que nos hace vivir. Tenemos una misión , una vocación, sobre todo en medio de los demás mayores. Para ellos debemos ser un testimonio de vida, quizás sin palabras, pero si irradiando la paz que nos viene del Dios que nos ama.
Los temas que el Papa Francisco aborda al tratar sobre los mayores son tres:
Primero INTEGRARLOS. Dice que la Iglesia no puede y no quiere adecuarse a una mentalidad de intolerancia, indiferencia y desprecio a los mayores. Es de la tradición de la Iglesia su cercanía a los mayores y ancianos. Debemos despertar el sentido colectivo de gratitud, aprecio y recibimiento, que los haga sentir parte viva de la comunidad. El lugar del abuelo en la casa.
Segundo EL VALOR y la importancia del rol de los mayores. Dios no nos descarta jamás. La ancianidad tiene una misión, es una vocación. El testimonio de los mayores es la fidelidad. También es un don para la Iglesia la oración de los abuelos y ancianos. Es una inyección de sabiduría en la sociedad. Las palabras de los mayores tienen algo especial para los jóvenes.
Y tercero una PASTORAL para ellos, la Iglesia la debe inventar. Nuestra sociedad no está preparada espiritual y moralmente para reconocer en este momento su valor. La espiritualidad cristiana también ha sido tomada de sorpresa. Se trata de delinear en nuestra Iglesia una nueva espiritualidad, la de las personas mayores. Tengamos en cuenta que sobreviven en una sociedad que no los deja participar, opinar ni ser referentes, aunque sean la reserva de sabiduría de nuestro pueblo.
El Papa Francisco lo dice identificándose con los mayores, que somos los que hemos vivido muchos años, recordamos y agradecemos el camino recorrido, somos conscientes de lo que quedó atrás y aceptamos las nuevas pobreza, las podas. Nos sentimos agradecidos por la vida, sabemos vivir el día a día, necesitamos menos cosas y contamos con más tiempo para todo. Cada día aparece Dios con sus sorpresas, vemos a cada paso su providencia.
El Papa Francisco nos invita a vivir una Iglesia en salida, que significa estar dispuestos a compartir con los demás este tiempo de gracia que nos hace vivir. Tenemos una misión , una vocación, sobre todo en medio de los demás mayores. Para ellos debemos ser un testimonio de vida, quizás sin palabras, pero si irradiando la paz que nos viene del Dios que nos ama.
FOTOS DE NUESTROS ENCUENTROS
Grupos de Vida Ascendente en Argentina
Los grupos de Vida Ascendente que se reúnen actualmente en Argentina están en las diócesis de Río Cuarto en Córdoba; diócesis de Goya en Corrientes; Pergamino en diócesis de San Nicolás, prov. de Buenos Aires; Campana, Zárate, Capilla del Señor, Lima y Escobar en diócesis de Zárate-Campana , también en la prov. de Buenos Aires ; y en la ciudad de Buenos Aires, Arquidiócesis de Buenos Aires.
Referentes de Río Cuarto son:
Susana Beatriz ZONNI, coordinadora de Río Cuarto subezonni@hotmail.com
Syra GONZALEZ, coordinadora nacional, syralpac@hotmail.com
Monona ROTTI, dirotti@fibertel.com.ar
Ciudad de Córdoba
Estela Torres de Brusco estelabrusco@gmail.com
Referentes de Goya son:
Hilda Esther BATALLA, Monte Caseros, javieralonso@hotmail.com
Hna. Yolanda ORTIZ, Monte Caseros, hermanayolandaortiz@hotmail.com
Elsa Saloj de LARRETEGUY, Curuzú Cuatiá, josefinabelaustegui@hotmail.com
Referente de Pergamino:
Leonor Ase de ALOISIO, Pergamino, leonor28ase@gmail.com
Referentes de Zárate-Campana, son:
Julia BLANCHET, Escobar, juliaelenablanchet@gmail.com
María Flor LONGARELLA, Capilla del Señor, t. 02323 491312
Susell Demarco de BARRIOLA, Campana, suselldemarco@fibertel.com.ar
Nilda CARBONI, de Zárate, nildaadmirable@hotmail.com
Nilda HERRERA, de Zárate, herreraelena@hotmail.com
Referentes de Buenos Aires :
Stella Maris SOSA, vice-coordinadora nacional sosastella44@gmail.com
_______________________________________________
Referentes de Río Cuarto son:
Susana Beatriz ZONNI, coordinadora de Río Cuarto subezonni@hotmail.com
Syra GONZALEZ, coordinadora nacional, syralpac@hotmail.com
Monona ROTTI, dirotti@fibertel.com.ar
Ciudad de Córdoba
Estela Torres de Brusco estelabrusco@gmail.com
Referentes de Goya son:
Hilda Esther BATALLA, Monte Caseros, javieralonso@hotmail.com
Hna. Yolanda ORTIZ, Monte Caseros, hermanayolandaortiz@hotmail.com
Elsa Saloj de LARRETEGUY, Curuzú Cuatiá, josefinabelaustegui@hotmail.com
Referente de Pergamino:
Leonor Ase de ALOISIO, Pergamino, leonor28ase@gmail.com
Referentes de Zárate-Campana, son:
Julia BLANCHET, Escobar, juliaelenablanchet@gmail.com
María Flor LONGARELLA, Capilla del Señor, t. 02323 491312
Susell Demarco de BARRIOLA, Campana, suselldemarco@fibertel.com.ar
Nilda CARBONI, de Zárate, nildaadmirable@hotmail.com
Nilda HERRERA, de Zárate, herreraelena@hotmail.com
Referentes de Buenos Aires :
Stella Maris SOSA, vice-coordinadora nacional sosastella44@gmail.com
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COORDINACION NACIONAL
En octubre del 2015 se realizó la Asamblea Nacional de acuerdo a los Estatutos de nuestro movimiento y se eligió a Syra González, de Río Cuarto, Córdoba, como coordinadora nacional. Como vice coordinadora se eligió a Stella Maris Sosa, de la ciudad autónoma de Buenos Aires.
Aprovechamos esta publicación para mostrar fotos de nuestros amigos y amigas de Vida Ascendente.
Estas son del Encuentro del Cono Sur, en Montevideo, octubre del 2016.


Aprovechamos esta publicación para mostrar fotos de nuestros amigos y amigas de Vida Ascendente.
Estas son del Encuentro del Cono Sur, en Montevideo, octubre del 2016.
MENSAJE FINAL del III Encuentro Latinoamericano de Pastoral de Adulto Mayor
Reunidos en la ciudad de Guatemala, durante los días primero al cinco de mayo de 2017, los Responsables de Pastoral del Adulto Mayor de las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe, con representación de las delegaciones de Argentina, Colombia, El Salvador, Uruguay, Venezuela, Puerto Rico y Guatemala, con el fin de promover su integración en la misión pastoral, promover la atención integral, y acompañamiento del Adulto Mayor en esta etapa privilegiada de la vida, también vemos en ellos que son "los valores de la memoria colectiva y por eso son intérpretes privilegiados del conjunto de ideales y valores comunes que rigen y guían la convivencia social..." Así como también sus carismas propios que son la gratuidad, la memoria, la experiencia, la interdependencia.
Consideramos que es necesario dar una mayor atención desde la Iglesia y promover su participación en la comunidad para que sean misioneros de Iglesia en salida, impulsar el intercambio generacional, favoreciendo espacios y condiciones dignas para que la herencia cultural y de fe que nos acompaña sea preservada por las nuevas generaciones.
El incremento de la población de adultos mayores nos interpela a una mayor atención de los problemas que surgen a nivel social como la marginación, la indiferencia, la falta de motivación para optimizar su tiempo libre, prevención y asistencia en la salud a los que han perdido fuerza o capacidad mental, las carencias económicas, generadas ya sea por escasos e inexistentes recursos para vivir con dignidad.
Se han llevado a cabo experiencias significativas en algunos países con personas mayores que fortalecieron la reconstrucción del tejido social. Y en todos los países una fecunda actividad de los mayores en todos los servicios de la Iglesia.
Con el mejor propósito pastoral, definimos las líneas de acción para el período 2017 -2019 para fortalecer la Pastoral del Adulto Mayor en toda la región en:
Consideramos que es necesario dar una mayor atención desde la Iglesia y promover su participación en la comunidad para que sean misioneros de Iglesia en salida, impulsar el intercambio generacional, favoreciendo espacios y condiciones dignas para que la herencia cultural y de fe que nos acompaña sea preservada por las nuevas generaciones.
El incremento de la población de adultos mayores nos interpela a una mayor atención de los problemas que surgen a nivel social como la marginación, la indiferencia, la falta de motivación para optimizar su tiempo libre, prevención y asistencia en la salud a los que han perdido fuerza o capacidad mental, las carencias económicas, generadas ya sea por escasos e inexistentes recursos para vivir con dignidad.
Se han llevado a cabo experiencias significativas en algunos países con personas mayores que fortalecieron la reconstrucción del tejido social. Y en todos los países una fecunda actividad de los mayores en todos los servicios de la Iglesia.
Con el mejor propósito pastoral, definimos las líneas de acción para el período 2017 -2019 para fortalecer la Pastoral del Adulto Mayor en toda la región en:
- Acompañamiento Pastoral
- Familia
- Espiritualidad
- Formación
Nos ponemos en manos de Dios y de Nuestra Señora de la Asunción, Patrona de Guatemala, para seguir fortaleciendo la comunión de Iglesia Latinoamericana y del Caribe para mejorar la participación de las personas mayores en la vida del Pueblo de Dios, en la sociedad, así como en el presente y futuro de cada una de las generaciones que harán posible las condiciones favorables para un que comparta e interactúe con ellos en la Civilización del amor.
Ciudad de Guatemala, 5 mayo 2017
Ciudad de Guatemala, 5 mayo 2017
III Encuentro con los
Responsables de la Pastoral del Adulto Mayor de las Conferencias Episcopales de
América Latina y el Caribe. Consejo Episcopal
Latinoamericano CELAM Departamento de Familia, Vida y Juventud
Ciudad de Guatemala 1 al 5 de mayo 2017.
Objetivo general
del Encuentro:
Convocar a los Responsables de la Pastoral del Adulto Mayor de las
Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe para propiciar la atención
bio-psico-social y espiritual de los Adultos Mayores, ayudándoles a valorar su actual etapa
de vida e incorporándoles lo más posible a la misión evangelizadora como
transmisores de la fe, de la tradición y de la cultura.
Objetivos específicos:
- Identificar, a partir de la experiencia de los Responsables de la Pastoral del Adulto Mayor, los logros y dificultades en torno al acompañamiento que se le da a las personas de vida ascendente.
- Establecer pautas comunes de pastoral para el Adulto Mayor que respondan a los retos que se nos plantea hoy día.
- Apoyar la Pastoral del Adulto Mayor a la luz de los documentos del Magisterio de la Iglesia que rescaten la dignidad de la persona y su ser en la historia.
- Ofrecer pautas para el diseño de subsidios pastorales didácticos que orienten la celebración del Día del Adulto Mayor y de los Abuelos.
NUESTRO COMENTARIO
Del Encuentro del CELAM que se desarrolló en Guatemala queremos hacer notar que está en total armonía con lo propuesto por el Episcopado Argentino en el Documento "Acompañar, cuidar e integrar", que fue dado a conocer en el Encuentro de San Antonio de Arredondo, marzo 2017.
Notamos también el continuo esfuerzo del Papa Francisco por poner en la Iglesia el tema de las Personas Mayores y de los Ancianos. No hay ocasión donde el Papa no vuelva sobre la importancia del "abuelo en casa", como imagina a los mayores en el seno de la Iglesia. Vemos que sus palabras están llegando a nuestros pastores y que los están moviendo a crear la Pastoral de los Adultos Mayores y Ancianos.
En el encuentro de Guatemala fue importante el aporte ofrecido por nuestro país para que se tuviera en cuenta la diferencia entre "adultos mayores" y "ancianos". Los primeros son los abuelos o jubilados, sin duda ya personas mayores, pero activos y protagonistas experimentados en su familia, la sociedad y la Iglesia. Los ancianos en cambio, son aquellos que por sus limitaciones necesitan de ayuda, acompañamiento y cuidados asistenciales.
El encuentro de Guatemala concluyó con un Mensaje a los Episcopados de todos los países de AL.
________________________________________________
Queremos prestar un servicio a
todas las personas mayores y ancianos.
Desde la Iglesia abierta a todos los hermanos y hermanas del
mundo, queremos ser una respuesta para todas sus preguntas y una ayuda para
todos los que deseen iniciar un trabajo evangelizador en la pastoral de los mayores.
Somos un grupo más dentro de la Iglesia y estamos integrados
a esta misma pastoral. No somos los
únicos ni pretendemos ser un ejemplo, somos un grupo más que trabaja para que
los mayores estemos integrados en la Iglesia, tengamos un ámbito que nos reciba
y podamos también hacer oír nuestra voz.
Nos anima lo que nos dice el Papa Francisco constantemente,
coincidimos con su visión de persona mayor, que rescata el aporte que aún
podemos dar desde nuestra experiencia de vida.
Sentimos la alegría de poder compartir el abrazo con los jóvenes, porque
ellos son el mañana a quien tenemos que transmitir nuestras historias, ese
abrazo intergeneracional enriquece a toda la Iglesia.
Queremos comunicarnos con todos
Los medios de comunicación de la actualidad son herramientas
imprescindibles para todo trabajo evangelizador. Las redes sociales hacen posible las
comunicaciones de manera rápida y universal.
Las personas mayores podemos utilizar estos medios que están a nuestro
alcance y adquirir los conocimientos necesarios para no quedar fuera del mundo.
Contamos con nuestros hijos y nietos
para desasnarnos con paciencia.
Este servicio que ofrecemos a todos puede ser un ida y
vuelta de muchas inquietudes y respuestas, de muchas experiencias desconocidas
hasta ahora, de muchas amistades que quieran iniciarse. Aquí estamos para reunir, para sumar, para
enriquecernos unos a otros.
Dios es el Dios de las sorpresas
Lo aprendimos a lo largo de toda la vida, cada día nos
asombra con nuevas propuestas que nos sacan de la tranquilidad del sillón, nos
hacen poner en actividad, nos dicen que aún hay cosas para hacer. Nos alienta saber que siempre está a nuestro
lado, es Pastor que sabe acompañar, que nos conoce bien, y que sabe a dónde nos
conduce.
Podemos pensar que ya hicimos bastante, puede ser, pero de
la vida no podemos jubilarnos. Fuimos
escalando sin darnos cuenta y ahora desde nuestro lugar vemos mucho más
claro. No nos desmoralizan los achaques,
solo nos frenan un poco, pero seguimos
esperando las sorpresas de cada mañana que nos ofrece Dios .
Hoy nos regala este nuevo servicio, vamos a tratar de que
nos sirva para conocernos y para relacionarnos.
Puede ser que a través de él nos sigan
llegando más sorpresas.
Para modificar con la primera entrada
Acompañar, cuidar e integrar
De la nota del Secretariado de la Familia de la CEA, entregada en
Arredondo (marzo 2017).
·
Expresamente dice que el Secretariado quiere
promover y alentar una
específica pastoral en el seno de las familias : el acompañamiento, el cuidado y la integración de los
adultos mayores y ancianos.
Agrega :
· En esta naciente pastoral nacional de adultos
mayores y ancianos.
·
La pastoral familiar necesita de ellos como
agentes en sus variados servicios a las familias. Tienen un lugar indelegable en los
mejores equipos de pastoral familiar.
·
El equipo nacional animará este servicio, favoreciendo
una renovada pastoral con los adultos mayores y ancianos.
Además, leemos en el Subsidio “Hacia una pastoral familiar a la luz de Amoris
Laetitia”:
·
La comunidad eclesial y las mismas
familias a las que pertenecen deben ofrecer a los adultos mayores y ancianos
un ámbito donde puedan vivir en un contexto de serenidad y espíritu familiar.
·
Tenemos que ocuparnos de fortalecer su
espiritualidad.
Y se explica:
·
L La Iglesia se empobrece cuando no reconoce
su
vitalidad, su capacidad y voluntad de evangelizar y misionar.
·
En reiteradas ocasiones los ubicamos en roles
pasivos, y preparamos para ellos sólo propuestas en donde “reciben”, en vez de
promoverlos para que puedan “dar de sí mismos lo que son y tienen para dar”.
·
Beneficiará notoriamente que se los
redescubra, imaginándolos en distintos y variados servicios que reclaman su
presencia y testimonio.
·
Ocuparán activamente en sus propias familias y
comunidades el lugar y el rol que no siempre supimos darles.
·
Nos cabe una urgente reflexión y estímulo para hacer
que ellos vuelvan, con renovado fervor, al corazón de la pastoral
familiar
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