VIDA ASCENDENTE, FRUTO DEL CELAM

En los años 80 con el espíritu del Concilio Vaticano II era muy fuerte el tema del laico y de su protagonismo en la Iglesia.  Surgían movimientos laicales y muchos era aprobados por la Iglesia.  En esos años también el CELAM trabajaba en la promoción del laico y en su integración a la pastoral orgánica de la Iglesia.

Así surgió la necesidad de reunir el trabajo de los Adultos Mayores de los países de América Latina, y organizó, en 1985, tres seminarios regionales, en Centro América, en Países Andinos y en el Cono Sur.  En este último, que se realizó en Asunción del Paraguay el CELAM acompañó la presentación del movimiento Vida Ascendente , como el único en ese momento que no era para atender a los mayores ancianos (eso lo hace toda la Iglesia siempre), sino de los propios Adultos Mayores, sujetos de su evangelización.

En 1982 en Viena las Naciones Unidas habían alertado al mundo sobre lo que llamaban "el envejecimiento de la población mundial", y la Iglesia tomó conciencia de tener que hacer un lugar en las comunidades y parroquias para que los Adultos Mayores tuvieran un ámbito de encuentro para su amistad, y sobre todo, para la espiritualidad propia de los que transitan esta edad.

La Hna Amalia Von Wulffen, de las Hnas del Instituto de Cultura Religiosa, fue invitada a la reunión de Viena y participó enviada por nuestro Episcopado.  A su regreso fue invitada por los dirigentes de Vida Ascendente para conocer cómo trabajaba Vida Ascendente en algunos países de Europa.  Fue así como al regresar a nuestro país comenzó a asesorar algunos grupos parroquiales de este movimiento.

Con Monseñor Rodolfo Buffano, entonces Secretario del Episcopado, la Hna. Amalia y otros dirigentes laicos (de Acción Católica, Liga de Madres, Legión de María, y representantes de diócesis cercanas) crearon el Área de Adultos Mayores dentro del Secretariado para la Familia, creado en esos años como fruto del Plan Nacional Matrimonio y Familia.

En el Seminario del CELAM en Asunción, nuestro país participó con una delegación del Área de Adultos mayores que presidió Mons. Emilio Ogñanovich, por entonces encargado de Familia.  Decimos que Vida Ascendente es fruto del CELAM porque en esa reunión conocimos el movimiento y comenzamos a trabajar en él, pero también porque fue en ese encuentro donde conocimos a los hermanos de los países del Cono Sur (Uruguay, Paraguay, Chile y Brasil).

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