Misa de cierre de las reuniones del añoZárate, viernes 22 de noviembre 2019

Como el anciano Eleazar que nos presenta el libro de los Macabeos, nosotros también queremos ser un buen ejemplo para los más jóvenes, que miran nuestras acciones y escuchan nuestras palabras.

Los mayores tenemos mucho camino recorrido, muchas experiencias que hemos vivido y comprendemos muy bien lo que debe haber vivido Jesús en los últimos días de su vida.
Jesús estaba ya para el encuentro con su Padre,  subió de Galilea a Jerusalén, fue su vida ascendente.

Ahora estaba en lo más alto del camino, llegó al Templo, llegaba  "su hora".   Había anunciado el reino de Dios con palabras y obras, había formado a los discípulos y lo escuchaban multitudes.  

Pero al llegar al lugar sagrado lo encuentra lleno de negocios. Como cuando vemos un lugar que fue importante transformado en un shopping, lleno de locales comerciales.  Mi casa será casa de oración, no me la cambien.  Siempre se inventan motivos para juntar dinero, pero San Pablo propone algo diferente: "no fui una carga para ustedes , trabajé con mis manos, no me mantuvieron..."

Los jefes del pueblo se enojaron con Jesús, eran ciegos que guiaban otros ciegos, no habían creido en Jesús.  En cambio la gente simple lo escuchaban y lo comprendían, Jesús hizo una opción clara por ellos, como hoy lo hace el Papa Francisco. 

Como adultos mayores acompañamos a Jesús en sus días finales.   Como Él queremos ser fieles al Padre.  En medio de todos los que nos rodean queremos dar ese buen ejemplo, como Eleazar.