Carta del asesor


Queridos amigos de Vida Ascendente

Esta vez nos comunicamos para trasmitirnos lo que sentimos por el fallecimiento de Alicia Gutiérrez de Navarrete, de las pioneras del movimiento en Uruguay.  Su rica personalidad forjada a lo largo de una vida difícil, su constante preocupación por actualizarse y sobre todo, su nivel de compromiso con la fe, lo plasmó en su trabajo sin límite de esfuerzos  con los primeros grupos del movimiento en Montevideo. 
Recordamos su preocupación por la actualización de la Iglesia, su conocimiento del espíritu del Concilio Vaticano II  y más recientemente su identificación con el testimonio del Papa Francisco, y  con el Cardenal Daniel Sturla. En todos los temas manejaba una amplia información, actualizada y crítica, tenía el conocimiento de un laico adulto y formado. Era exigente y adelantaba los pasos que intuía, sin ser siempre acompañada, como era normal que sucediera.
Siempre miraba nuestro movimiento con las características propias de América Latina,  lo conocía en el nivel internacional sobre todo europeo, y había participado en muchos  encuentros.  Les hacía ver la incomprensión de nuestros problemas socio económicos y pregonaba la fe de nuestro pueblo fiel, pobre y alegre. Creció con el acompañamiento del Padre Manuel Olivera SJ, heredó su espíritu de lucha y supo conservarlo vivo.
Fueron muchos los años que Dios nos permitió trabajar desde las dos orillas del Río de la Plata, con mucha sintonía y una constante comunicación.  El movimiento conoció el crecimiento, grupos en diferentes parroquias y diócesis, se requería trabajo en equipo, descentralizado y abierto.  Los años también nos aportaron limitaciones, cuesta mucho reconocer la necesidad de recambio generacional, saber dar lugar a los demás.
Hoy necesitamos tomar el ejemplo que nos ha dejado y ofrecer la posta a los que están llegando a la edad de los adultos mayores, hombres y mujeres que acumulamos vida y que queremos transmitirla a los que nos siguen.  Llenos de agradecimiento por todo lo vivido,  convencidos que aún hay mucho para dar, pedimos a Dios el mismo espíritu de creatividad, de búsqueda y de trabajo que siempre valoramos en Alicia.

“Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque muera vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás”
                                                       Juan 11,25-26


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