"La vejez en la Iglesia no es signo de gerontocracia dijo el Papa Francisco, y subrayó la necesidad de no encerrarse en la melancolía, sino esperar siempre en el Señor como lo hizo Abraham. Explicó que Abraham responde a los tres imperativos que Dios le da: levantarse, no quedarse sentado, mirar el horizonte sin construir muros, y esperar en el Señor que le dará descendientes numerosos como las estrellas. Levántate, mira y espera.
"Cuando Abraham fue llamado tenía más o menos nuestra edad. estaba a punto de jubilarse para descansar... A esa edad Dios lo llama a comenzar. Y esta Palabra de Dios es también para nosotros que tenemos una edad que es como la de Abraham, hay algunos jóvenes aquí, pero la mayoría de nosotros está en esta edad, y es a nosotros que el Señor nos dice lo mismo : ¡Levántate! ¡Mira! y ¡Espera!
"El Señor nos dice que no es hora de cerrar nuestra vida, cerrar nuestra historia, resumir nuestra historia. Nos dice que nuestra historia está abierta, todavía, está abierta hasta el final, está abierta con una misión. Y si no sentimos esto tenemos que pedir la gracia de sentirlo".
"Nosotros no somos gerontes, somos abuelos. Sabemos que nuestros nietos nos miran. Somos abuelos que debemos darles un sentido en la vida con nuestra experiencia. Y para nosotros ese "levántate, mira y espera" se llama "soñar". Somos abuelos llamados a soñar y dar nuestro sueño a la juventud de hoy, que lo necesita, porque ellos tomarán de nuestros sueños la fuerza para profetizar y llevar adelante su tarea".
Nuestros adultos mayores
Alrededor de 1.266.000 personas integrantes de la franja de mayores de 60 años de nuestra población, padecen carencias fundamentales, ya sea en relación con el cuidado de su salud, de su alimentación o bien de su seguridad social. Muchas están ya inactivos y perciben una jubilación mínima o cuentan con empleos precarios; habitan en viviendas de nivel medio o bajo, y sus posibilidades de acceso a una vida mejor se encuentra restringida por sus escasos ingresos, que en tantísimos casos ni siquiera les permiten llegar a fin de mes, quedando a merced de la generosidad familiar o de su suerte.
El 7,4% de la población corresponde a adultos mayores pobres, según mediciones del Indec de marzo pasado en función del nivel de ingresos, pero que no contempla la canasta alternativa que en rigor les correspondería, por lo cual el número de quienes no llegan a fin de mes es muy superior. El enfoque multidimensional que contempla las carencias anteriormente mencionadas, triplica ese porcentaje.
Enrique Amadasi, coordinador del estudio encarado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA y la Fundación Navarro Viola sobre las diferentes formas de envejecer y las desiguales oportunidades para lograr una vejez digna, comentó que el 38% del segmento en cuestión afirma que sus ingresos no les alcanzan para vivir.
Surge del estudio, realizado en una veintena de ciudades del país, que la mayoría se ha visto obligada a reducir o eliminar los gastos de atención médica y medicamentos (12,1%) y otros condicionan su alimentación (9%) y se ven afectados por la falta de otros ingresos o ayuda social (8%).
En relación con las prestaciones sanitarias recibidas o aconsejadas a los mayores, el equipo de especialistas de la UCA estimó que uno de cada cuatro estaba insatisfecho con la atención recibida.
Las tasas de envejecimiento, en franco crecimiento desde 1970, hoy se reflejan en que el 15,1% de los habitantes tiene más de 60 años. Para el 2050 ese segmento ser´ça más numeroso que el de niños y adolescentes, por lo cual urge pensar en políticas públicas que atiendan esta realidad. Para Amadasi el mayor desafío es mejorar la situación económica, que conduce, lógicamente, a la mejora de los demás indicadores.
En la actualidad el sistema de jubilaciones y pensiones cubre a casi el 100% de los mayores, un esfuerzo que en la mayoría de los casos lejos está de alcanzar para garantizar la calidad de vida que merecen..
Inés Castro Almeyda, de la Fundación Navarro Viola, pone el acento en que hay muchas vejeces y que las necesidades por atender son múltiples y no solo económicas, ya que los adultos mayores son un grupo altamente vulnerable que no ocupa hoy el lugar que le corresponde en la agenda pública.
La Nación, editorial, 22 de junio 2017.
El 7,4% de la población corresponde a adultos mayores pobres, según mediciones del Indec de marzo pasado en función del nivel de ingresos, pero que no contempla la canasta alternativa que en rigor les correspondería, por lo cual el número de quienes no llegan a fin de mes es muy superior. El enfoque multidimensional que contempla las carencias anteriormente mencionadas, triplica ese porcentaje.
Enrique Amadasi, coordinador del estudio encarado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA y la Fundación Navarro Viola sobre las diferentes formas de envejecer y las desiguales oportunidades para lograr una vejez digna, comentó que el 38% del segmento en cuestión afirma que sus ingresos no les alcanzan para vivir.
Surge del estudio, realizado en una veintena de ciudades del país, que la mayoría se ha visto obligada a reducir o eliminar los gastos de atención médica y medicamentos (12,1%) y otros condicionan su alimentación (9%) y se ven afectados por la falta de otros ingresos o ayuda social (8%).
En relación con las prestaciones sanitarias recibidas o aconsejadas a los mayores, el equipo de especialistas de la UCA estimó que uno de cada cuatro estaba insatisfecho con la atención recibida.
Las tasas de envejecimiento, en franco crecimiento desde 1970, hoy se reflejan en que el 15,1% de los habitantes tiene más de 60 años. Para el 2050 ese segmento ser´ça más numeroso que el de niños y adolescentes, por lo cual urge pensar en políticas públicas que atiendan esta realidad. Para Amadasi el mayor desafío es mejorar la situación económica, que conduce, lógicamente, a la mejora de los demás indicadores.
En la actualidad el sistema de jubilaciones y pensiones cubre a casi el 100% de los mayores, un esfuerzo que en la mayoría de los casos lejos está de alcanzar para garantizar la calidad de vida que merecen..
Inés Castro Almeyda, de la Fundación Navarro Viola, pone el acento en que hay muchas vejeces y que las necesidades por atender son múltiples y no solo económicas, ya que los adultos mayores son un grupo altamente vulnerable que no ocupa hoy el lugar que le corresponde en la agenda pública.
La Nación, editorial, 22 de junio 2017.
Envejecer también abarca a los consagrados.
Al comienzo de la vida apostólica los discípulos de Jesús eran fuertes, trabajaban en las barcas, se animaban a ir mar adentro, enfrentando fuertes vientos o tormentas. Les encomendó ser pescadores de hombres, y lo hicieron con la misma fuerza, con convicción, sufrieron, a algunos los mataron.
San Pablo nos cuenta sus años de ancianidad, sus dificultades y nos muestra cuánto maduró su fe después de una vida apostólica llena de viajes y de dificultades, fundando comunidades de Iglesia.
Los sacerdotes y las religiosas también envejecen, el Papa Francisco dice de ellos que son "los verdaderos santuarios de apostolicidad que tenemos en la Iglesia" Y nos pide: "¡No los abandonemos!
Ser anciano no es necesariamente estar enfermos, pero hoy cuesta hacerse cargo de ellos, en las familias y también en las comunidades, y también cuesta a los mismos ancianos ir dejando el rol que tuvieron cuando estaban a cargo de comunidades parroquiales o religiosas.
En esta etapa de la vida, también para los consagrados, el ingrediente principal es el amor.
San Pablo nos cuenta sus años de ancianidad, sus dificultades y nos muestra cuánto maduró su fe después de una vida apostólica llena de viajes y de dificultades, fundando comunidades de Iglesia.
Los sacerdotes y las religiosas también envejecen, el Papa Francisco dice de ellos que son "los verdaderos santuarios de apostolicidad que tenemos en la Iglesia" Y nos pide: "¡No los abandonemos!
Ser anciano no es necesariamente estar enfermos, pero hoy cuesta hacerse cargo de ellos, en las familias y también en las comunidades, y también cuesta a los mismos ancianos ir dejando el rol que tuvieron cuando estaban a cargo de comunidades parroquiales o religiosas.
En esta etapa de la vida, también para los consagrados, el ingrediente principal es el amor.
Reunión en Ciudad de Buenos Aires
ENCUENTRO VIDA ASCENDENTE 2 de junio de 2017
Parroquia Asunción de la Santísima Virgen, Gaona y Gavilán C.A.B.A.
Según lo previsto se realizó en la ciudad de Buenos Aires este mini encuentro con participantes de la Arquidiócesis de Buenos Aires y de Río Cuarto (Córdoba), de Escobar, Campana y Zárate (Pcia. Buenos Aires).
Fue una jornada para compartir experiencias y también de reflexión. Nos informamos sobre la nueva Pastoral de Adultos Mayores que propicia el Episcopado. Nos contaron del Encuentro de Arredondo. Alfredo Martínez, de las Obras Misionales nos explicó el aporte de los Adultos Mayores.
Muy bien preparado el encuentro contó con momentos de dinámica grupal, de canto y oración y de reflexión guiada. Del plenario participó también el Padre Hugo, párroco de la Asunción. Terminamos el Encuentro compartiendo la Misa, dentro de la novena del Espíritu Santo, toda una ocasión para pedir que desciendan sus dones sobre todo nuestro Movimiento.
Nos quedó el deseo de repetir estos encuentros, en diferentes localidades, sin dejar pasar mucho tiempo. El día de sol nos acompañó como un regalo del Señor.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
-
Quisiera dejar como reflexión algunas ideas acerca de cómo nos tienen que ver a los Adultos Mayores, y qué tienen que escuchar de nosotros l...
-
Carta de...
-
El CELAM (Conferencia Episcopal de América Latina) promovió Talleres de Pastoral de Adultos Mayores en tres regiones. El Cono Sur se reuni...