"La vejez en la Iglesia no es signo de gerontocracia dijo el Papa Francisco, y subrayó la necesidad de no encerrarse en la melancolía, sino esperar siempre en el Señor como lo hizo Abraham. Explicó que Abraham responde a los tres imperativos que Dios le da: levantarse, no quedarse sentado, mirar el horizonte sin construir muros, y esperar en el Señor que le dará descendientes numerosos como las estrellas. Levántate, mira y espera.
"Cuando Abraham fue llamado tenía más o menos nuestra edad. estaba a punto de jubilarse para descansar... A esa edad Dios lo llama a comenzar. Y esta Palabra de Dios es también para nosotros que tenemos una edad que es como la de Abraham, hay algunos jóvenes aquí, pero la mayoría de nosotros está en esta edad, y es a nosotros que el Señor nos dice lo mismo : ¡Levántate! ¡Mira! y ¡Espera!
"El Señor nos dice que no es hora de cerrar nuestra vida, cerrar nuestra historia, resumir nuestra historia. Nos dice que nuestra historia está abierta, todavía, está abierta hasta el final, está abierta con una misión. Y si no sentimos esto tenemos que pedir la gracia de sentirlo".
"Nosotros no somos gerontes, somos abuelos. Sabemos que nuestros nietos nos miran. Somos abuelos que debemos darles un sentido en la vida con nuestra experiencia. Y para nosotros ese "levántate, mira y espera" se llama "soñar". Somos abuelos llamados a soñar y dar nuestro sueño a la juventud de hoy, que lo necesita, porque ellos tomarán de nuestros sueños la fuerza para profetizar y llevar adelante su tarea".
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