El fin de mayo fue un fin de semana que se prestó para la visita de los "porteños" a la gente amiga de Monte Caseros y Curuzú Cuatiá, en Corrientes. Algunos miembros de los grupos de Zárate-Campana y de Capital Federal enfrentaron el frío y se embarcaron para este encuentro de amigos.
Dios bendijo la experiencia de compartir, conocer, intercambiar lo recibido de Dios que sopla en todas partes. Dios las acompañó siempre, las bendijo abundantemente, y María nuestra Madre del Cielo les hizo sentir su compañía.
Hay muchas experiencias que han sido recogidas, hay mucho para sumar de estos encuentros. Es muy bueno repetir las visitas entre los centros, de modo que esta escapada a Corrientes puede ser el comienzo de otras "expediciones".
Una mención especial para todos los amigos y amigas de allá, les hicieron sentir el calor del buen recibimiento y de las mil atenciones durante esos días. Un saludo de mi parte a los sacerdotes colegas de esa querida diócesis de Goya, a los que conozco de antes y a los que ahora se están sumando a este hermoso trabajo de la pastoral de los Adultos Mayores.